domingo, 24 de noviembre de 2013

Rabino Bergman: ¿Profeta del Concilio?

Como se nota en este artículo aparecido en Página Católica, 23-Nov-2013, el ahora diputado nacional el rabino Sergio Bergman, uno de los instrumentos promotores de la herejía JudeoCriatiana en argentina y de la promoción de la igualdad entre las falsas y la verdadera Religión, hace sus comentarios sobre los recientes acontecimientos en la Catedral de Buenos Aires.


Rabino Bergman: ¿Profeta del Concilio?

Arzobispo de la Religión del Encuentro

Dijimos que está emergiendo ante nuestros ojos la herejía JudeoCristiana que venía gestándose desde antes del Concilio Vaticano II, y cuyos pensadores influyeron en la ambigüedad de sus documentos.

Herejía que ha mostrado la crudeza de su desvergüenza en las profanaciones de la Catedral Metropolitana permitidas por Bergoglio y ahora, y esto sí que es gravísimo, consentida por Francisco, quien fustigó a los jóvenes rezadores por “intolerantes”, sin referirse a la causa de esa reacción; que no es otra que la impúdica asociación entre una jerarquía claudicante y una organización política internacional, evitada incluso por los judíos ortodoxos, para profanar el lugar Santo.

El rabino Bergman, hijo espiritual de Bergoglio, representante conspicuo del reformismo judío y ahora devenido en político porteño como legislador que es, se ha referido a través de su cuenta de Twitter a lo acontecido el pasado Martes 12 en el templo mayor de Buenos Aires, de lo que él fue testigo presencial.





Vamos por parte, señor Bergmann:

¿Cómo sabe que los sectores católicos que rechazan las profanaciones que Ud. acepta y promociona son “minúsculos y marginales”?
La historia demuestra que los abanderados de una causa han sido seguidos silenciosamente, con su asentimiento, por una multitud que en cualquier momento puede manifestarse.
Además, en la Iglesia la verdad no es cosa de número. Un Inocente fue condenado por la mayoría hace 2000 años, quizá lo recuerde.

Por otro lado, se contradice Ud. Porque generalmente se llama “fundamentalistas”, a los católicos que defienden la íntegra doctrina de Jesucristo, la que siempre y en todas partes fue creída y guardada por la Iglesia, sin mezclas espurias y sin falaces interpretaciones. Entonces: ¿cómo pueden estos “fundamentalistas” estar fuera del magisterio de la Iglesia?

No crea que nos hacemos los tontos, estimado diputado Bergman, no. Sabemos lo que quiere decir.
Los fundamentalistas como Ud. los llama, estarían fuera del magisterio de Iglesia, si por tal se entendiera a uno que interpretara los documentos de los últimos 50 años, en ruptura con la Tradición.
Que eso es lo que hacen los curas que podrán cortejarlo, pero no decirle la verdad: “extra ecclesia nulla salus”, que es el meollo de todo este asunto.

Por eso continúa Ud. su “discurso” avisando que seguirán “fieles al camino que iniciara Juan XXIII, afirmara Pablo VI, profundizara Juan Pablo II y que hoy lidera nuestro Papa”.

Una senda que, tal como parece verla Ud., supone una encrucijada que ha dividido el camino en dos. ¿No se da cuenta de que Papa alguno puede “iniciar” ningún camino, como no sea la profundización del lanzado por Jesucristo, en consonancia con la Tradición?

De esa interpretación rupturista, sale la frase que escribió a continuación:

El tronco judeocristiano nos arraiga a un mismo origen y nos dará los mismos frutos mesiánicos en la cultura del encuentro y diálogo fecundo

Si Ud. quiere decir que cuando Cristo murió en la Cruz la religión verdadera que profesaban los judíos de aquel entonces, se partió en dos, tiene razón.
Por un lado los judíos fieles a la Promesa, reconocieron al Mesías, y vinieron a ser las primicias y el fundamento de la Iglesia Católica, que llevó a la plenitud las figuras del Antiguo Testamento; las cuales nada son sin Jesucristo.

Y, por el otro, la secta cabalística de los fariseos, que se ha desgajado de la religión verdadera y que no sigue ya el espíritu del Mosaísmo primigenio.

Por lo tanto es un gruesísimo y gravísimo error, fomentar la creencia que sostienen los judeocristianos, que el judaísmo actual es más o  menos lo mismo que el verdadero judaísmo existente al morir el Señor, el cual como sabemos, alcanzó su culmen y sentido en la Iglesia Católica.

De ahí que no se pueda esperar ningún nuevo mesianismo para judíos y cristianos por igual, como Ud. profetiza, alcanzado por el diálogo fecundo, que no sea el del Anticristo.
Pues el único Mesianismo verdadero, que ha existido, existe y puede existir, es el de Jesucristo, el gran ausente de la cultura del encuentro.

En su libro Juana Tabor/666, el gran Hugo Wast escribió que Mons. Bergman era el Arzobispo de Buenos Aires en los tiempos en que comenzaba a reinar el Anticristo, mientras un argentino religioso (no del clero secular) era el preferido de los poderes mundanos y de la prensa para ocupar el Trono de San Pedro: Fray Simón de Samaria.

Ni Fray Simón alcanzó la Silla en la ficción, ni Bergman es arzobispo en la realidad, pero por lo que va diciendo y haciendo es uno de los profetas de la Nueva Religión del Encuentro impulsada por Francisco.

Finalmente, dos cosas:

Por un lado sería bueno saber por qué el rabino Bergman eliminó de su lista de papas afines al JudeoCristianismo a Benedicto XVI.
¿No será porque este Papa, con todos los defectos que pudiera tener, veía claramente el problema litúrgico y estaba empezando a corregirlo, pues es el centro de la vida de la Iglesia, corazón que el enemigo no quiere liberar bajo ningún concepto? 

Por otro lado, estimado rabino Bergman, los que intentan desprestigiar a la Iglesia no son los fieles que, hartos de tanta traición, reaccionan como pueden. Sino los que se prestan a participar en Liturgias espurias celebradas donde no se debe.

Hay en el Twitter del rabino Bergman otros trinos posteriores, que ponemos a consideración de nuestros lectores sin comentario de nuestra parte, pero solicitando que sean caritativos y respetuosos si quisieran expresar alguna opinión al respecto. (Los no habituados a Twitter, leer de abajo hacia arriba):